sábado, 16 de abril de 2011

Un modo de Comenzar

De alguna forma hay que comenzar, y yo que tengo asumido que soy rara, he decidido hacerlo por el final, para estar a mi altura.
Zampando, he estado zampando. Espero que no sea causa de engorde, porque no he contado las calorías, pero lo que si he conseguido es un tremendo empacho.
Me he leído, releído, repasado y demás hierbas, muy cerca de los cien poemas de diferentes épocas de mi vida. Por eso hoy he decidido pasarme a la prosa. Creo que es comprensible.
El caso es que estaba buscando un poema concreto, que en muchas ocasiones me ha hecho partirme literalmente de la risa. El tal poemita, cachondo donde los haya, ha hecho honor a su fama porque no había modo de encontrarlo entre la amalgama de textos almacenados durante varios lustros –si digo decenas ya nos pasamos a calcular la edad-, y francamente, no es plan.
Pues el muy desaborío, del que recordaba el tema, pero no el título, se escabullía con tremenda maestría de un lugar a otro del ordenador y no había modo de acorralarlo.
La exhaustiva búsqueda se debía, a mi promesa al resto de contertulias, de llevarlo a la siguiente reunión del Grupo Literario, y claro, mi palabra va a misa (aunque no todos los domingos y fiestas de guardar).
Para no faltar a la que había dado, me sumergí sin botella de oxígeno ni escafandra en las profundidades del disco duro.
Ni flores, era una tarea, a la par que ardua, imposible.
Después de horas de ir abriendo uno tras otro, los poemas que me resultaban "sospechosos", decidí rendirme, eso si, contra mi costumbre.
Con la lucidez que te da el cansancio, y con la tenacidad que me proporciona mi carácter, me pareció recordar que lo había pasado a papel hacía al menos un par de años, bajo el título de "Poemas de una ilusión".
Así que hube de cambiar de aguas. Dejé de bucear en el ordenador y pasé a hacerlo en una carpeta de gomas amarillas, gorda como ella sola, a causa de su exclusiva dieta de poemas almibarados y al final….EUREKA, lo encontré.
El título lo recordaba Agua, de hecho así había mandado buscar al "guindows" de los cojones –perdón, narices- y ni con lupa me daba una pista.
A lo que íbamos, encantada de la vida, de conocerme, de haberme encontrado a mi misma, y a la postre de haber encontrado el escurridizo poema, me lo leí de un tirón esperando troncharme de la risa como siempre me había sucedido y luego, llevarlo cual trofeo a la reunión preestablecida, en la que mis pacientes compañeras se hallaban dispuestas a escucharlo y acompañarme luego en las carcajadas.
Pues que no, que por primera vez en años, no me hizo la mas mínima gracia.
Ni armada de un vaso de zarzaparrilla, conseguí encontrar aquellos versos graciosos, mas bien me parecían zarrapastrosos.
Así que hice zapping intentando encontrarle un sustituto que llevarnos a la carcajada, pero tal vez hartita, o simplemente desquiciada por tantos que me había zampado, decidí zanjar el tema y me fui con las manos vacías.
Quizás me esté haciendo mayor, o vieja, o mi sentido del humor está zaherido.
O lo que en otro momento me ha hecho reír, ahora solo me sugería Zzzzzz, Zzzzz, sueño…..
Cual Zahorí lo encontré. Con fruición lo zampé. Siendo realista, desistí y recordándolo todo, al fin me reí.
Ahhhhhhhhhh, he disfrutado, como que no…..que ZI.

Mª Jose
http://www.eldiaquemeencontre.blogspot.com/
 
 

3 comentarios:

  1. Muy buena tu historia María José, tu humor viene contigo nena, al igual que la melancolía con tus otras contertulias, ay, que equilibradas estamos, menos mal.

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  2. Bueno, eso de que estemos equilibradas,permíteme que lo dude
    Además, que aburrimiento, caramba
    Besitos

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  3. Bueno, ya sé que cuerdas no estamos, me refería a un equilibrio entre nuestras energías, como el yin y yang,duro-suave, furte-débil, alegre-melancólico o triste,etcétera, capici?

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